Cuando, a las 20 semanas de
embarazo, Mhairi rompió aguas, los médicos comenzaron a
prepararla para un aborto. Jett Morris, ha cumplido un año de edad. Un
año de fuerza, de tenacidad y sobre todo, de amor.
Cuando, a las 20 semanas de embarazo, Mhairi rompió aguas, los médicos comenzaron a prepararla para un aborto. “Es un feto no viable”, le dijeron directamente. Esta semana, aquel ‘feto no viable’, de nombre Jett Morris, ha cumplido un año de edad. Un año de fuerza, de tenacidad y sobre todo, de amor de unos padres que, con determinación, decidieron tener a aquel niño que nació cinco semanas después de romper aguas.
Cuando, a las 20 semanas de embarazo, Mhairi rompió aguas, los médicos comenzaron a prepararla para un aborto. “Es un feto no viable”, le dijeron directamente. Esta semana, aquel ‘feto no viable’, de nombre Jett Morris, ha cumplido un año de edad. Un año de fuerza, de tenacidad y sobre todo, de amor de unos padres que, con determinación, decidieron tener a aquel niño que nació cinco semanas después de romper aguas.
Con apenas 25 semanas de
gestación, pesó poco más de 600 gramos al nacer. Sus padres
rechazaron los consejos médicos, que les habían aconsejado abortar.
Según narra el Daily Mail, los médicos del Hospital de Surrey que les atendieron les dieron poco más de cinco minutos para tomar la decisión. Su madre, Mhairi, asegura que “no le veían todavía como un niño, sólo lo llamaban ‘feto no viable’. Era muy frío y estaba devastada”.
VER MAS AQUI
0 comentarios :
Publicar un comentario