Cuando escuchamos
adquirimos un nuevo conocimiento, obtenemos información desconocida, aprendemos
nuevas lecciones y muchas cosas más. Cuando hablamos aprenden otros, pero
cuando escuchamos somos nosotros los que crecemos.
Eric Wehinmeyer es un
atleta fenomenal. Practica el paracaidismo y también se destaca como un gran
alpinista. Su especialidad y pasión es escalar montañas. Él ama tanto este
deporte que se trazó como meta personal ser el alpinista más joven que jamas
haya escalado las mas altas montañas de los 7 continentes. En 1995 subió al
Monte Mckenley, en 1996 hizo lo mismo en el monte Capitán, en 1998 escaló el
Klanmanjaro, en 1999 llegó a la cúspide del Aconcagua el mas alto monte de
Argentina y el 25 de mayo del 2001 uno logró subir a la cúspide del temible
Monte Everest. Monte en el que solo el 10% de aquellos que intentan subirlo
logran la meta.
¿Qué hay de especial en la
vida de este joven atleta? Eric sufre de una enfermedad degenerativa en los
ojos que lo dejó ciego a los 13 años. Este extraordinario alpinista ha escalado
las montañas más altas del planeta sin el beneficio de la vista.
¿Te preguntarás como es
posible que una persona no vidente pueda practicar tan peligroso deporte y
lograr tan impresionantes hazañas? Cuando se le pregunta a Eric cómo lo ha
logrado, él contesta de la siguiente manera: “He desarrollado al máximo mi
sistema auditivo. Escucho perfectamente el sonido de la campana que lleva mi
compañero de equipo que va al frente. También presto mucha atención a las
instrucciones que recibo de los compañeros que van detrás de mi. Ellos me dicen
si hay algún obstáculo en el camino y me indican la dirección que debo seguir
para no caer en ningún peligro. También presto atención al sonido del hielo y
puedo captar cuán débil o grueso está. Prestar atención a lo que mis oídos
perciben es altamente importante para mi. En mi caso es asunto de vida o
muerte.
El testimonio de Eric me
recuerda el consejo bíblico: tengan presente esto: …Todos deben estar
listos para escuchar, y ser lentos para hablar…(Santiago 1.19)
Cuán importante es
escuchar y prestar atención a las palabras de otra persona. Escuchar es el arte
de cerrar la boca y abrir los oídos y el corazón. Se ha dicho que escuchar es
un arte difícil de dominar, ya que significa centrar un interés intenso en la
persona que habla. Pero aunque esto nos parezca una tarea difícil, lo cierto es
que si aprendemos a escuchar seremos altamente beneficiados. Cuando escuchamos
adquirimos un nuevo conocimiento, obtenemos información desconocida, aprendemos
nuevas lecciones y muchas cosas más. Cuando hablamos aprenden otros, pero
cuando escuchamos somos nosotros los que crecemos.
Presta atención y
escucha….recuerda que en muchas ocasiones escuchar es un asunto de vida o
muerte.
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